
Pablo Andrés Berra, argentino residente en Sudáfrica, integrante del grupo de prueba compuesto por 1970 personas que no sufren de hepatitis, diabetes, obesidad ni ninguna otra comorbilidad.
La Universidad de Oxford -en alianza con el laboratorio AstraZeneca- anunció el inicio de la tercera fase de su prototipo de vacuna contra el Covid-19, que así comienza a ser probada en seres humanos. Esta etapa viene desarrollándose en Reino Unido con la vacunación de 10 mil personas, 30 mil personas en Estados Unidos, 5 mil en Brasil y 2.020 en Sudáfrica.
Este último país superó al Perú en materia de contagios, con más de 520 mil casos y 8 mil fallecidos diagnosticados con coronavirus. Se trata aproximadamente de la mitad de casos de todo el continente africano. El panorama había sido anticipado por Oxford, que convocó a dos grupos de voluntarios. El primero está conformado por 50 personas con VIH y el objetivo es confirmar que la posible vacuna es efectiva en grupos de riesgo.
El otro grupo está compuesto por 1970 personas que no sufren de hepatitis, diabetes, obesidad ni ninguna otra comorbilidad.
Pablo Andrés Berra, quien desde hace 12 años reside en Sudáfrica y decidió ser voluntario en la vacuna de Oxford. “Vi un reportaje en el que solicitaban voluntarios para ser vacunados. Dejaron un correo electrónico donde los interesados debían escribir y sin dudarlo mandé mis datos”, cuenta Berra, quien a la media hora fue contactado por una doctora de la Universidad de Witwatersrand (Wits) en Sudáfrica, asociada con Oxford, para aplicarle la vacuna. “Y me aceptaron como candidato para ser voluntario”, narró. “Realicé mi investigación antes de postularme por eso estoy convencido que nada malo va a pasar”, aclaró.
Berra, quien es profesor y fundador de una escuela de método Montessori junto a su esposa en la zona rural de Gerhardsville, fue inoculado con la vacuna experimental el lunes 20 de julio, y una segunda dosis el martes 4 de agosto. Los profesionales que lo asisten le informaron que “los efectos secundarios debían ser mínimos, pero podrían darse mareos, vómitos y fiebre que sólo afectan a muy pocas personas”, respondió. “Nada de qué preocuparse”.
“Cada visita al laboratorio implica hisopado y análisis de sangre una y otra vez, para chequea el desarrollo de los anticuerpos. Al principio le temía al hisopado, pero no es doloroso. Es solo una sensación extraña a la que ya me he acostumbrado”, relató.
“El laboratorio me brindó un termómetro y otros instrumentos como una regla que uso para ir midiendo el círculo en el hombro, donde pusieron la vacuna por si llegara a crecer”. Y añadió que “si por ejemplo llegara a tener tos o cualquier malestar mínimo, debo llamarlos en el acto. Por doce meses también debo informar si viajo a otra provincia o país. Si quisiera dejar de participar en el programa, les aviso y listo. Ellos no pueden preguntarme por qué. Uno tiene la libertad de retirarse».
Según explicó Berra, la situación en Sudáfrica es “muy difícil”. Consideró que para no contagiarse le ayudó vivir lejos de una ciudad de Johannesburgo. “La situación está muy mal. Acá no tuvimos cuarentena prolongada como Perú o en Argentina”, remarcó.
En el breve confinamiento se perdieron tres millones de empleos y “el gobierno terminó por flexibilizar las restricciones”. Como en el Perú, hubo poco cumplimiento de las medidas de prevención entre sectores de la población. “Cuando uno empieza a ver que el pariente y el vecino tienen el virus, empieza a seguir el protocolo, pero ya es demasiado tarde”. A 17 días de haber recibido la vacuna, el voluntario admitió que “todo va muy bien. Solo por una noche, dos días después de la vacuna, tuve un poco de fiebre, dolores musculares y frío. Pero bastante leve y manejable”.
El procedimiento entre los voluntarios implica la vacunación real de solo la mitad. A la otra mitad se les aplica placebo para los análisis de control. Sus efectos secundarios indicarían que él se encuentra en el primer grupo. Pero “los médicos nos comentaron que, si la vacuna llega a ser aprobada, luego se llamará a todos los voluntarios a los que se les administró el placebo para proporcionarle gratuitamente la vacuna», finalizó optimista. Que se apuren.
VIA: CARETAS